Una de las decisiones que todo profesional enfrenta en algún punto de su carrera es si invertir -o no- su tiempo, energía y dinero en una formación.
Pero, en la Era del Conocimiento y el aprendizaje constante, ¿qué valor tienen los títulos?
Cada caso es único y tan diferente como las experiencias reales que resumo a continuación:
Muchas personas acumulan curso tras curso con la esperanza de mejorar sus
posibilidades de empleo. Sin embargo, ven cómo sus candidaturas siguen sin prosperar en los procesos de selección.
Esto resulta frustrante porque el esfuerzo no se ve recompensado, y no es de extrañar que estas personas se pregunten:
"¿¿Para qué me formo si en las entrevistas sólo me preguntan por mis
años de experiencia??"
En cambio, otras logran dar un giro a su carrera que parecía impensable gracias a una formación. Son incontables los casos que ya he conocido y acompañado en los que la vivencia ha sido muy positiva y productiva:
"¡¡X curso ha sido mi pasaporte hacia el tipo de trabajo -y de vida- que
quería!!"
Escuchamos continuamente que hay que formarse y que tener cursos el el CV siempre aporta valor. Sin embargo, no siempre es así.
Entonces, ¿cómo saber si merece la pena hacer una formación?
Para mí la clave está en el "PARA QUÉ"
Cuando abordo este tema con mis clientes siempre atiendo a dos criterios:
1. ¿Cuánto se pide ese conocimiento en el tipo de trabajo que te interesa?
Si no lo ves como requisito en las ofertas de trabajo, es que realmente ese curso no va a marcar una diferencia en
tu búsqueda.
Este es un criterio pragmático, muy útil si lo que buscas es tener impacto
en el mercado y optimizar tus opciones de conseguir un empleo en un área o sector determinados.
2. ¿Cuánto te apetece y te gusta lo que vas a aprender en esa formación?
Asistir
a un curso puede ser una experiencia muy enriquecedora a nivel personal y profesional, más allá de que el mercado
la valore como tal. Si te encanta y lo vas a disfrutar: ¡adelante!
Este es un criterio interno, aplicable cuando quieres ampliar tu
perspectiva y descubrir y desplegar tu potencial.
Evidentemente, no existe la respuesta "correcta" a este dilema, sino la más adecuada para ti en función de tus objetivos, necesidades y prioridades en cada momento.
¿Alguna vez te has enfrentado al "dilema e la formación"?
¿Algún curso o título te ha cambiado la vida (profesional)?
¿Necesitas clarificar tu próximo paso?
Escríbeme o sigue leyendo aquí 😉
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