27 abr 2020

Confiar en Tiempos Revueltos


En un mundo cada vez más volátil e incierto donde el cambio y la transformación constantes imponen su ley, los vínculos de calidad y las relaciones de confianza son aún más necesarias. Si hay algo que pueda impulsar al ser humano fuera de sus límites para llegar más allá, que pueda crear una fuerza conjunta que mueva montañas, que pueda generar seguridad y confort en medio de la tempestad, sin duda, eso es la confianza.



Desde una perspectiva individual y personal la confianza es una parte delicada y a la vez tremendamente poderosa en la relación emplead@ - empresa.
Cuando mencionamos el employer branding y el engagement, no dejamos de aludir en realidad a la formación de vínculos. Aunque ésta no es una palabra muy utilizada en el entorno organizacional, desde una perspectiva humanista considero importante incluirla como eje en la gestión del talento y/o las personas.

El vínculo entre el@ profesional y la organización se define por múltiples aspectos y uno de ellos, probablemente central, es la confianza. La confianza es un componente intangible muy susceptible al debilitamiento. Indudablemente, la situación de crisis actual está poniendo a prueba los vínculos laborales, creando un escenario con altos grados de malestar e incertidumbre. Es en estos momentos cuando uno más valora poder confiar.

En este orden de cosas, es importante señalar que la confianza se construye con las personas. Desde la óptica del@ trabajador@ la confianza en el vínculo laboral no está tan ligada al proyecto de la compañía, a la visión corporativa o a los objetivos establecidos. Evidentemente, estos factores crean un contexto de trabajo que mediatizan la percepción del profesional y pueden estar en mayor o menor sintonía con sus propios valores, motivaciones y planes de carrera. En este sentido, el trabajo que se realice de selección y acompañamiento del emplead@ será crucial: lo que conocemos como "experiencia del@ colaborador@", se traduce en términos de adaptación, disfrute y desarrollo de éste.


Más allá de los programas y acciones específicos contemplados en las políticas de Recursos Humanos, la experiencia del profesional en la compañía se fundamenta sobre todo y ante todo en las relaciones con las personas con quienes colabora. Y es en estas relaciones en las que florece -o no- la confianza.  
Por ello, cómo los miembros de la organización y cómo los líderes, específicamente, son capaces de generar confianza es lo que principalmente posibilitará un vínculo de calidad en el trabajo. 
Esta confianza actuará de palanca en procesos clave que normalmente preocupan a los profesionales de la Gestión del Talento, como son el desempeño y el compromiso. Ambos de vital importancia para asegurar la consecución de resultados importantes para la compañía a corto y largo plazo. 

¿Cómo construir vínculos de calidad basados en la confianza?


-Transparencia: es requisito básico compartir información, así como saber comunicarla en formato, canal y tiempo adecuados.

-La relación como objetivo: una visión utilitarista de las relaciones, en la que las personas sólo son medios para lograr un fin, difícilmente generará confianza. Incluir valores éticos en el repertorio de conducta y en los protocolos internos equilibrará culturas demasiado pragmáticas.

-Win win: llevar a las personas al centro no significa caer en un modelo de gestión paternalista y, por lo tanto, infantilizante. Significa ser capaz de escuchar, comunicar y crear propuestas creativas de valor para todas las partes.

-Círculo virtuoso: La confianza se retroalimenta; no podemos pretender construir relaciones de confianza esperando que sea siempre la otra parte quien confíe primero. Ni tampoco pensando que en "nosotros se puede confiar pero en los demás no". Estas son creencias limitadoras que existen en ambos lados del ecosistema: profesionales y empresas. Lo cierto es que muchos ejemplos ilustran el elevado retorno del ejercicio de confiar. 


La confianza es frágil pero mueve montañas


En las relaciones humanas prevalece un principio que la Madre Teresa supo transmitir hábilmente, cuando al hablar de la educación de l@s hij@s dijo: "No te preocupes tanto por lo que dices a tus hijos, ellos te ven actuar todo el día".

Del mismo modo, en el vínculo profesional, más que las meras palabras, importan los hechos y los compromisos. Y más aún en situaciones difíciles en cuya resolución se requiere un gran esfuerzo. Visto en positivo, se trata de una oportunidad inigualable para demostrar cuán confiables somos. Obviamente, esto no es fácil de llevar a la práctica cuando una situación adversa puede hacer detonar el impulso de supervivencia, el cual no va siempre acompañado de la mejor versión de un@ mism@. Sin embargo, quizá por ello, en dichas circunstancias tenga aún más valor actuar de forma confiable y confiada. 





"Los humanos nos vinculamos a aquellos en quienes podemos confiar en lo bueno y, sobre todo, en lo malo."

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