No es una novedad que el entorno
profesional actual se revela como un escenario competitivo y altamente demandante. Estando inmersos en notorias turbulencias
económicas y en plena transformación digital y de globalización, no sólo cambian
los procedimientos y las tareas en el mundo del trabajo, sino también las
relaciones, los valores y las necesidades.
Así, profesionales y empresas hacen
frente a cambios constantes y a veces vertiginosos, sobrellevando la
incertidumbre y tratando de adaptarse a un mundo ambiguo y complejo. Es lo que algunos
expertos han dado en llamar “Entorno VUCA”
(Volátil-Incierto-Complejo-Ambiguo).
Evidentemente, manejar la carrera
profesional y mantener el bienestar personal en este entorno no resulta tarea
fácil. Es habitual que aparezcan efectos como la inseguridad, la frustración e
incluso la ansiedad.
Todo ello hace necesarias ciertas
habilidades que tanto empleados como empleadores han de facilitar y desarrollar
si desean alcanzar sus metas.
¿Qué habilidades demanda el mercado?
Independientemente del sector, actividad
o puesto a ocupar, existe una serie de destrezas clave que nos hacen mejores
profesionales en el entorno actual. Las habilidades transversales, además de fomentar
el propio bienestar -o precisamente por ello- pueden ayudar a inclinar la
balanza a nuestro favor en los procesos de selección y/o promoción.
Veamos algunas de ellas…
1. COMPROMISO Y AUTOMOTIVACIÓN
¿Cómo logra un/a comercial afrontar
una nueva visita a un cliente tras haber recibido el rechazo de las últimas
propuestas que ha presentado? ¿Cómo puede un/a maestro encontrar la fuerza para
la recta final del curso cuando el cansancio acumulado del año empieza a pesar?
¿Qué puede motivar a un/a candidato/a que no ha encontrado empleo tras meses de
esfuerzo en la búsqueda?
El compromiso se apoya en la capacidad para mantener
un buen nivel de interés y energía en el quehacer diario. Para ello, resulta
imprescindible saber qué nos motiva y conocer cómo funcionamos a nivel mental y
corporal. Aplicar este conocimiento a la manera en la cual gestionamos nuestras
tareas, tiempo, relaciones y decisiones en el trabajo ¡realmente puede marcar una
gran diferencia en cómo vivimos el día a día! Aún más, si nos permitimos
conectar con todo aquello que realmente nos nutre y apasiona, en diversas
formas y contextos, permitiendo el "auto-empoderamiento".
2. COMUNICACIÓN INTERPERSONAL
En un mundo cada vez más complejo
y globalizado en el que los medios para comunicarnos se multiplican
(presencial, mail, teléfono, video conferencia, chats, redes sociales,…) es
fundamental saber expresarnos de manera eficaz. Sobre todo porque la
comunicación vehicula gran parte de los procesos en el trabajo como la
colaboración, la venta, la coordinación, la formación, etc. Unas elevadas
habilidades comunicativas nos permiten afrontar tareas críticas como la
transmisión de conocimientos y directrices, la conducción de reuniones, el
trabajo en remoto, la aportación de feedback para la mejora continua, la colaboración
interna en proyectos y servicios, etc.
En este marco, la asertividad es
una herramienta clave que posibilita defender nuestros puntos de vista al
tiempo que somos respetuosos y nos interesamos por el de los otros. Además, nos
ayuda a identificar cómo, cuándo, dónde y con quién hemos de comunicarnos en
función del objetivo que pretendemos lograr.
3. GESTIÓN DEL ESTRÉS
El “mundo VUCA” genera, más que
nunca, la necesidad de saber manejar emociones para mantener un alto nivel de
desempeño. ¿Cómo superar el estrés diario? ¿Cómo mantener el bienestar interno en
entornos inciertos y exigentes? Contar con un buen nivel de autoconocimiento es
el primer paso para identificar la ruta a seguir, es decir, comprender y
reconocer lo que sentimos y aprender formas para regular emociones “difíciles”
y muy habituales como el miedo, la ansiedad, la frustración o la indefensión. Una de las herramientas estrella, que por otra parte puede ser adaptada a los gustos y necesidades personales, es la Atención Plena o Mindfulness.
4. FLEXIBILIDAD
Indiscutiblemente, en un entorno
altamente cambiante es necesario ser flexible y contar con adaptabilidad. Este
hecho presenta el reto adicional de saber mantener nuestra esencia aún cuando
sabemos que es muy posible que trabajemos en diferentes proyectos, empresas, equipos
e incluso profesiones a lo largo de la vida. Ser flexible significa tener varios
registros, saber reconvertirse y reinventarse aceptando y, por qué no,
disfrutando con el cambio. El aprendizaje continuo y la creatividad serán los grandes aliados para ser flexibles.

Y tú, ¿cómo afrontas el ”mundo
VUCA”? ¿Cuáles son tus competencias transversales fuertes? ¿Y aquellas a
desarrollar?
Gracias por aportar claridad en tiempos de incertidumbre Maite. Creo que en el auto-empoderamiento tal y como lo describes y le sumo el ingrediente de aprender a desaprender. En estos momentos a muchos de nosotros nos toca evolucionar más que adaptarnos a una situación temporal y para ello... ¡soltar! Dejar de lado ciertas prácticas que nos hacían sentir bien y nos reportaban resultados. Usar las competencias transferibles y desde allí desarrollar las nuevas, aceptando el error y los aprendizajes que nos brinda es una gran ayuda. Gracias.
ResponderEliminarGracias por tu aportar tu visión! Qué importante desaprender y, por tanto, soltar! Sin duda a tener muy en cuenta.
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