Entre las lecturas
recomendadas en el ámbito de la Atención Plena hay una que es sin
duda destacable: “Mindfulness en la vida cotidiana” de John
Kabat-Zinn. Su lectura me resultó muy placentera y reconfortante gracias a su
sencillez y a las imágenes y metáforas con las que el autor ilustra sus
conceptos. La estructura del texto se divide en pequeños capítulos, ideales para leer en dosis de uno al día. En mi caso, antes de ir a dormir.
Una de las meditaciones
que nos propone el libro llamó especialmente mi atención, dada su sintonía
con la esencia de este blog y de mi propio camino. En ella el autor nos invita a detenernos para descifrar nuestros
verdaderos anhelos, reflexionar sobre nuestro rumbo en la vida, conocer quiénes
somos.
Y la mejor parte es
que esta meditación no se basa en encontrar respuestas, sino en realizar la
pregunta. Simplemente eso, hacernos la pregunta. Persistir en ella y dejar que
las respuestas vayan surgiendo, desplegándose y desapareciendo.
No se trata de pensar, sino de tener presente la pregunta y prestar atención manteniendo una actitud
abierta. Quizá lo que surja no coincida con lo que creíamos
conocer de nosotros mismos. Quizá no se corresponda con lo que otros esperan o con lo que hemos hecho hasta ahora. Quizá sea algo totalmente nuevo o algo que, por el contrario, nos es familiar. Puede que ningún rumbo concreto tome forma y descubramos que en el aire flota un “no lo sé”. Las opciones
son infinitas...
Y todas ellas son dignas por igual de nuestra aceptación, incluso la incertidumbre.
Como propone el autor,
lo importante es contemplar la pregunta, sin juicios ni expectativas. Regalarnos ese recodo en el camino en el que nos sentamos con nosotros mismos
a observar y escuchar.
"¿En qué camino estoy?"
"¿Es esta la dirección correcta para mí?"
"¿Qué quiero realmente?"
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