Empieza el año y parece que ya es costumbre dedicar algo de
tiempo a plantearse cambios, metas a lograr y deseos que cumplir. Y tal vez
porque ya es una costumbre puede que lo hagamos de un modo algo vago,
mecanizado, o quizá más como una queja, una
autocrítica o algo que queremos pero seguimos viendo inalcanzable.
Quizá vale la
pena dedicar un segundo a observar cómo formulamos esos objetivos de año nuevo.
Más que nada porque seguramente haya formas en las que nos resulten más
motivadores y encaucen nuestra energía en la dirección adecuada.
Dicen algunos expertos que una de las claves importantes es
formularlos en positivo, es decir, que nuestros deseos no contengan expresiones negativas como "No" o "Dejar de", tan comunes, por otra parte. ¿Qué fumador no se ha propuesto dejar de fumar?
Querer dejar de hacer algo da cuenta de lo que no queremos en nuestra vida... Pero entonces, ¿qué es lo que deseas en realidad? ¿por qué te gustaría sustituir ese hábito? Detrás de ese deseo de "no hacer algo" probablemente haya otro de "sí hacer otra cosa". Y ese es el importante. Encuéntralo y ¡añádelo a tu lista!
Es una forma de orientar tu esfuerzo e
ilusión hacia algo positivo y satisfactorio en sí mismo, en lugar de seguir
centrando tu atención en aquello que sabes que no quieres. Sé creativo y profundiza. Los deseos verdaderamente importantes son los que ya estás preparado para
alcanzar.
Empieza el año On Your Way!
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