Casi cinco millones… y subiendo.
Eso dicen las estadísticas.
Cada vez son más los individuos que pertenecen a esta conocida categoría y la sensación de inactividad
y esterilidad se evoca con su nombre: “los parados”.
Todos conocemos a alguno, o somos
uno de ellos. Escuchamos la sentencia -“estoy en el paro”- y una serie de ideas
y emociones acuden a nuestra mente. ¿Te has preguntado cuáles?
Lo cierto es que saber que
alguien está en paro, poco nos dice sobre esa persona. Es más, si alguien
responde que está en el paro cuando le preguntan a qué se dedica, quizá debería
pensar antes de contestar. Porque lo que esa pregunta genera es una oportunidad
de darse a conocer como profesionales y autoproclamarse miembro del colectivo
de desempleados poco aporta sobre un perfil profesional, ¿no crees?
Si estás buscando trabajo y sabes lo que te interesa, ¡comunícalo! en
lugar de decir “estoy en el paro”. La idea es aprovechar la oportunidad
de que sepan lo que buscas, lo que sabes hacer, lo que disfrutas, lo que te apasiona…
Prepara tu
autopresentación y ¡practícala!
Ésta deberá durar unos 30 segundos en los que has de contar:
- De dónde vienes: qué puestos has desempeñado, cuál es tu experiencia.
- Qué aportas: algún logro reciente y algunos de tus puntos fuertes.
- A dónde quieres ir: cuál quieres que sea tu siguiente paso en tu carrera.
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