12 ene 2024

El perfil Camaleón

La especialización sigue siendo uno de los mandatos que rigen la elección y el desarrollo de la carrera profesional.

Ser un súper-especialista asegura éxito y bienestar en el trabajo, o eso nos habían contado...


Sin embargo, muchas personas no están hechas para especializarse. Su mayor virtud es, en cambio, su capacidad de adaptación y aprendizaje.


Es el perfil que en mis acompañamientos denomino "camaleón" o transversal porque...

  • Tiene intereses diversos.

  • Le caracteriza su flexibilidad y versatilidad.

  • Es capaz de adaptar "sus colores" según el entorno, armonizando el trabajo en equipo.

  • Aporta una visión global y de conjunto, viendo el bosque y no sólo los árboles.

  • Está abierto al cambio y a la novedad, la rutina le desmotiva.

  • Tiene habilidad para coordinar proyectos multidisciplinares y hacer de puente entre profesionales con distintas perspectivas.


No obstante, este perfil no siempre es reconocido y bien valorado por el mercado.


Es común que se dude de su valía y compromiso profesional y se les atribuyan etiquetas negativas como "trayectorias inestables" o "profesionales dispersos".

Es por ello que estas personas encuentran multitud de obstáculos en su desarrollo profesional y pueden tener dificultades a la hora de tomar decisiones de carrera. Típicamente pueden pensar:

-Me interesan tantas cosas... ¿cómo voy a especializarme sólo en una?

-Cada cierto tiempo necesito cambiar y aprender algo nuevo... ¿es que no me comprometo?





Ser un Camaleón no es tan fácil...


Ciertamente, no son "como los demás". Su carácter polivalente y adaptable les hace aptos para muy diversas tareas y entornos, y esta misma circunstancia puede confundirles y alejarles de sus verdaderos intereses y motivaciones.

Además, si se comparan con "los especialistas" pueden sentirse inadecuados, dispersos, poco expertos e impacientes.

Sin embargo, su contribución es crucial y de gran valor. Y cada vez lo será más, ya que los "camaleones" son grandes impulsores e implementadores del cambio. Y si algo sabemos, es que estamos en un escenario volátil de grandes transformaciones.

Para estos perfiles es vital hacer un ejercicio de autoconocimiento e identificar sus potenciales y motivaciones esenciales.  Es común que acepten proyectos profesionales que pueden ser motivadores por la novedad y el reto que suponen. Sin embargo, pasado un tiempo, sin una mirada más profunda y estratégica de su perfil y su valía, a menudo terminan agotados o confundidos sin entender qué están haciendo con su carrera profesional.


Comprender qué es lo que les aporta sentido y cuál es su contribución natural es clave para construir una carrera alineada y satisfactoria. Esto también resulta de gran ayuda a la hora de transmitir su valía al mercado, que muchas veces no reconoce adecuadamente su valor.



Y tú, ¿te reconoces en este perfil?

¿Qué es lo mejor y lo peor de ser un transversal?






3 nov 2023

El Origen del Trauma

 

Últimamente he observado que se está compartiendo muchísima información en torno al trauma. Cada vez vamos teniendo más presente su importancia e implicaciones.

 

Trauma es un término que estamos normalizando, a veces con acierto y otras con cierta confusión.  Aunque utilizamos de forma común expresiones como "se va a traumatizar", ¿realmente entendemos lo que esto significa?


Con el ánimo de aportar luz, he considerado útil compartir 4 características que suelen darse en las experiencias traumáticas.

Es importante entender que el trauma no se define sólo por el evento externo objetivo que tiene lugar: una pérdida, un accidente, una agresión, etc. que evidentemente va a suponer un desafío o una dificultad por si mismo. 

Se define también y sobre todo por la vivencia subjetiva que tiene la persona de ese evento. Esto explica porqué ante una mismo hecho algunas personas desarrollan un trauma y otras no. 

 



4 Condiciones para el Trauma

1. Evento Dramático

Lo ocurrido se percibe como “demasiado” intenso o difícil y que supera los recursos o habilidades de la persona. Es algo "muy grande" que siente que no puede gestionar.

 

2. Evento inesperado

A veces se trata de una circunstancia totalmente inesperada, tanto a nivel consciente como inconsciente. Sin embargo, en otras ocasiones, son eventos que aunque racionalmente se podían concebir, a un nivel profundo o corporal no estaban aceptados como posibilidad real.

 

3. Vivido en soledad

Este condicionante hace referencia al hecho de no encontrar apoyo ni comprensión en el entorno a la hora de hacer frente a la experiencia adversa. Por ello es tan importante cómo tratamos a las personas que están pasando por dificultades y qué les decimos. Frases como "no es para tanto", "ya sabías que podía pasar" o "a mucha gente le pasa lo mismo" bloquean totalmente la sensación de apoyo y comprensión.

 

4. Sin una solución satisfactoria y duradera

Las acciones de afrontamiento que se ponen en marcha no dan buen resultado o no crean seguridad a largo plazo. En este caso, las soluciones que la persona intenta resultan ineficaces o insuficientes para recuperar o reconstruir su sensación de confianza y seguridad. Esto puede quedar enmascarado por una aparente fortaleza que funciona a modo de protección. El sistema nervioso trata de preservar la supervivencia básica aunque esto suponga relegar al inconsciente aspectos relativos al trauma.

 


Estas 4 condiciones pueden darse en cualquier etapa de la vida, pero es especialmente probable y frecuente que se den durante la infancia, ya que es un momento en el que somos más vulnerables y contamos con menos recursos para hacer frente a las experiencias difíciles de la vida.

 

De ahí la repercusión de traumas tempranos en la posterior vida adulta de una persona, incluso cuando a nivel consciente no guarda recuerdos específicos de tales experiencias.

 

Realmente en el afrontamiento y procesamiento del trauma hay muchos aspectos que pueden quedar reprimidos o interrumpidos, perviviendo en el inconsciente y en la memoria corporal.

 Aunque habitualmente estos elementos están escindidos o separados de la conciencia, pueden dispararse o aparecer repentinamente ante ciertas circunstancias que el sistema nervioso percibe como amenazantes. El trauma previo puede así reactivarse, dando lugar a reacciones emocionales y somáticas intensas que a menudo la persona no sabe explicar o relacionar con el trauma anterior ni con su experiencia actual.

 

En un abordaje terapéutico con el vínculo y espacio adecuados, es posible trabajar el trauma.

Explorando más en detalle las ramificaciones de ese trauma y las situaciones específicas que lo reactivan en el presente, podemos obtener un mapa de las rutas neuronales que están actuando. De esta forma, es posible resignificar la vivencia a nivel somático.


El objetivo es generar nuevas rutas neuronales que favorezcan estados más serenos del sistema nervioso. Todo ello contribuye a aminorar el estado de alerta y a afianzar un estado interno seguro que permita navegar las diferentes experiencias de la vida.

 

Si te apetece profundizar esta información, te animo a que visites este vídeo:

👉VER VÍDEO: ORIGEN DEL TRAUMA




31 may 2023

¿Conoces a tu niñ@ interior?

 

El encuentro con el niño interior es posiblemente uno de los momentos más significativos del proceso terapéutico o de crecimiento personal.

 

Puede asemejarse a rencuentro con un "viejo amigo" que siempre se intuyó cercano:

- "Qué bien verte, ¡ven a mis brazos!"

 

O ser un descubrimiento del tipo: 

- "Wow", pero ¿cuánto tiempo llevas ahí?"

 

También puede ser como recuperar la conexión con alguien querido que creías perdido:

- "Vaya, pensé que no volvería a verte... creía que ya no había sitio para ti".

 

Crecer no es fácil. 

Ser adulto en nuestro entorno a menudo se identifica con tomar sobre los hombros múltiples obligaciones y responsabilidades. Lo que deja fuera de agenda, progresivamente:

- El tiempo con uno mism@

- Los espacios "no productivos" o contemplativos

- El disfrute, la diversión y las pausas

- La experimentación

- La imaginación y la creatividad


Al entrar en la etapa adulta vamos diciendo adiós al niño interior... si es que no lo hemos hecho incluso antes: muchas personas tienen que "madurar rápido" por sus circunstancias vitales.



Y con el niño se aleja la autenticidad, la voz interior y la intuición, todos ellos elementos clave para guiarnos en este viaje confuso y apasionante que es la vida.

 

En su lugar, se apodera de nosotros la máscara, "el traje". Lo que en psicología llamamos los roles: es decir, eso que te define por la función que cumples en un entorno dado: hijo, hermana, madre, jefa, empleado, vecino...

Estos roles llevan asociadas ciertas etiquetas que son los colores de nuestro traje: generoso, cumplidora, empática, organizada, "un desastre", raro, fuerte, sensato,... y tantas otras.

Pero estas etiquetas se van volviendo cárceles: terminan definiendo cómo "debes" ser y qué esperan los demás de ti.

Comienza así a girar la rueda del hámster... ¡Contigo dentro! ¿Cómo salir de ese entuerto?

 

Las personas no podemos reducirnos a ser sólo unos roles, por importantes y valiosos que estos sean. Especialmente cuando se ejercen desde la inercia o la supervivencia, y no desde la conciencia.

Tarde o temprano el malestar, la ansiedad o el vacío aparecen.

¡Y menos mal! Son experiencias muy incómodas, sí, pero también son una puerta a una vida más auténtica y plena.

 

Y en este punto,

¿Puedes adivinar quién te espera tras esa puerta?

Sí, nuestro protagonista de hoy en este post: tu niño interior : )


                       


¿QUIÉN ES TU NIÑ@ INTERIOR?


Es una parte profunda y verdadera que, si no la conoces, siempre te espera.

Es tu esencia, tu pureza antes del condicionamiento. 

Es tu alma libre y eterna entrando a jugar en este espacio-tiempo.

 

Es la fuente de tu sensibilidad, tu talento, tu diversión y tu deleite. 

Es quien siente la vulnerabilidad, el aburrimiento y el miedo.

 

Tu niñ@ interior es tu creatividad, tu amor profundo y tus anhelos.

¡El niñ@ son todos tus colores! 

Y quien te invita a experimentarlos y expandirlos desde la autenticidad.

 

Abrazarl@ es todo un regalo... ¿Te atreves?

 

Si quieres conectar con él, aquí te dejo algunas pistas…




 Aquí tienes más información sobre crecimiento personal:   SABER MÁS 

 

18 may 2023

El "Dilema" de la Formación

 

Una de las decisiones que todo profesional enfrenta en algún punto de su carrera es si invertir -o no- su tiempo, energía y dinero en una formación.

Pero, en la Era del Conocimiento y el aprendizaje constante, ¿qué valor tienen los títulos


Cada caso es único y tan diferente como las experiencias reales que resumo a continuación:

Muchas personas acumulan curso tras curso con la esperanza de mejorar sus posibilidades de empleo. Sin embargo, ven cómo sus candidaturas siguen sin prosperar en los procesos de selección.

Esto resulta frustrante porque el esfuerzo no se ve recompensado, y no es de extrañar que estas personas se pregunten: 

"¿¿Para qué me formo si en las entrevistas sólo me preguntan por mis años de experiencia??"

 



En cambio, otras logran dar un giro a su carrera que parecía impensable gracias a una formación. Son incontables los casos que ya he conocido y acompañado en los que la vivencia ha sido muy positiva y productiva:

"¡¡X curso ha sido mi pasaporte hacia el tipo de trabajo -y de vida- que quería!!"


Escuchamos continuamente que hay que formarse y que tener cursos el el CV siempre aporta valor. Sin embargo, no siempre es así.

Entonces, ¿cómo saber si merece la pena hacer una formación?


Para mí la clave está en el "PARA QUÉ"

Cuando abordo este tema con mis clientes siempre atiendo a dos criterios:

 

1. ¿Cuánto se pide ese conocimiento en el tipo de trabajo que te interesa? 

Si no lo ves como requisito en las ofertas de trabajo, es que realmente ese curso no va a marcar una diferencia en tu búsqueda.

Este es un criterio pragmático, muy útil si lo que buscas es tener impacto en el mercado y optimizar tus opciones de conseguir un empleo en un área o sector determinados.

 

2. ¿Cuánto te apetece y te gusta lo que vas a aprender en esa formación? 

Asistir a un curso puede ser una experiencia muy enriquecedora a nivel personal y profesional, más allá de que el mercado la valore como tal. Si te encanta y lo vas a disfrutar: ¡adelante!

Este es un criterio interno, aplicable cuando quieres ampliar tu perspectiva y descubrir y desplegar tu potencial.

Este último criterio puede parecer poco productivo o rentable, pero en la carrera y en la vida todo cuenta, todo suma. Es común que los espacios de aprendizaje se conviertan en experiencias privilegiadas de descubrimiento de la propia intuición y esencia. Ambos elementos son cruciales a la hora de tomar decisiones auténticas de carrera.


Evidentemente, no existe la respuesta "correcta" a este dilema, sino la más adecuada para ti en función de tus objetivos, necesidades y prioridades en cada momento. 

 


 ¿Alguna vez te has enfrentado al "dilema e la formación"?

¿Algún curso o título te ha cambiado la vida (profesional)?

¿Necesitas clarificar tu próximo paso? 

Escríbeme o sigue leyendo aquí 😉





21 mar 2023

3 Tips para Fluir con el Cambio


Si algo hemos aprendido en los últimos tiempos es que las planificaciones rígidas de poco o nada sirven, más allá de generar frustración.

Un escenario volátil como el actual requiere una mentalidad flexible, capaz de fluir con lo que hay, no sólo con lo esperado.

Y para fluir hace falta confianza, creatividad y estar relajad@. Estas actitudes te permiten hacer de los obstáculos el camino y del cambio el nuevo aliado.





¿Cómo puedes cultivar esta actitud abierta y creativa ante el cambio?

He aquí algunas recomendaciones:

1. Practica el desapego

Que algo no salga como esperabas no significa necesariamente que haya ido mal. Las expectativas sobre cómo deberían ser las cosas son en realidad limitaciones rígidas que nos impiden aceptar y valorar lo que realmente está pasando. 

Está bien hacer una previsión o plasmar un plan, pero saber desidentificarse de éste o de sus resultados es un ejercicio igualmente valioso. 
Tal como hace el artista que es capaz de destruir la obra terminada, también podemos desapegarnos de cierta creencia, identidad o deseo. 

2. Mira en positivo

La primera reacción ante un cambio o un imprevisto suele ser la frustración. Un terreno que habíamos conquistado como "conocido" se vuelve de pronto incierto. Nuestra mente pragmática no encuentra primeramente otra respuesta que quejarse. 

Sin embargo, un momento más tarde, es posible abrir un espacio para ampliar la perspectiva: ¿es realmente malo esto que sucede? ¿tiene alguna ventaja o beneficio este aparente obstáculo? Si así fuese, ¿cuál sería? 
Orientar tu atención hacia estos aspectos ampliará tu enfoque, posibilitando la tercera recomendación.

3. ¡Creatividad al poder!

Al abandonar una mirada binaria basada en lo correcto y lo incorrecto descubrimos todo un mundo de posibilidades. Percibir que no estamos ante un "problema" sino ante un juego convierte de pronto los obstáculos en herramientas que completan el puzzle de un modo divergente. 

No se trata de encontrar "la pieza correcta": hay miles de caminos para llegar y todos son válidos. Saber mirar las piezas en su potencialidad y darnos nuestro tiempo para inspirarnos es parte de fluir con el cambio. De ahí la importancia de estar relajad@s.
Si quieres desarrollar tu creatividad, aquí puedes leer más sobre cómo hacerlo.

Ojalá estos enfoques y preguntas te resulten útiles para navegar este nuevo escenario líquido llamado VUCA-BANI, que entraña sus propios desafíos y oportunidades.


👉Tienes más información sobre habilidades útiles en un mundo VUCA aquí

👉Si quieres desarrollar tus habilidades personales esto también puede interesarte.



¡Fluyamos!


6 mar 2023

NUEVA EDICIÓN: LÍMITES Y ASERTIVIDAD

 La asertividad es uno de los súper-poderes de la vida cotidiana. 

Desarrollarla marca un antes y un después a la hora de gestionar multitud de situaciones difíciles que surgen en las relaciones


Hagamos un pequeño experimento...

Pensando en tu vida personal y en tu vida profesional, 
¿Cómo te sientes al afrontar vivencias como estas?

  • Decir no y poner límites
  • Expresar tu punto de vista
  • Recibir críticas
  • Pedir ayuda
  • Comunicar tus necesidades
  • Expresar tus emociones
  • Hacer críticas
  • Recibir halagos
  • Negociar 
  • Llegar a acuerdos

Si alguna o varias de ellas te generan tensión o malestar o, simplemente, tiendes a evitarlas te invito a la nueva edición de este taller.




Abordaremos de manera práctica conocimientos sobre Asertividad, aplicando los contenidos a ejemplos reales. Exploraremos los estilos comunicativos, el lenguaje verbal y no verbal y la empatía como elementos clave que te permitirán desarrollar tu nuevo súper poder: la Asertividad.


Desarrollar tu asertividad te ayudará a:

  • Afrontar con confianza conversaciones difíciles
  • Encontrar un modo seguro de experimentar el conflicto
  • Tener mayor seguridad a la hora de comunicarte en tus relaciones
  • Gestionar tus emociones 
  • Tomar mejores decisiones en cuanto al cómo, dónde y cuándo comunicarte
  • Favorecer relaciones saludables para ti y para los demás



MÁS DETALLES

  • Modalidad on line, con grupos reducidos. Las sesiones quedarán grabadas.

Puedes formalizar tu inscripción en la lista de interesad@s para la próxima edición AQUÍ

Si necesitas más información, no lo dudes, CONTACTA conmigo!

1 feb 2023

¿Estrategia o Acción?

 

Ante un reto o un problema cada persona despliega diferentes formas de afrontamiento.

Mientras que algunas optan por parar y analizar cuidadosamente la situación, otras se lanzan a la acción en busca de soluciones.

Probablemente en muchos casos lo óptimo es combinar inteligentemente ambos elementos. Pero más allá de un enfoque racional, observamos que el ser humano tiende a aplicar lo que le hace sentir más seguro.

A lo largo de la carrera profesional y de la búsqueda de empleo encontramos múltiples cambios y desafíos...

¿Qué prefieres a la hora de abordarlos?






Estrategia

La estrategia se enfoca en el análisis y la planificación, tratando de identificar acciones efectivas. 

Las personas que se centran en este enfoque suelen ser observadoras, reflexivas y pacientes. Dedican tiempo a recopilar información y sopesan detenidamente sus decisiones. Esto les aporta una visión completa del tema en cuestión y les da la oportunidad de ver las cosas en perspectiva. Les interesa hacer las cosas "bien" y se motivan por el "para qué" (en este post tienes más información sobre la visión estratégica).


Acción

La acción, por su parte, conlleva iniciativa e implementación. Convierte en realidad un plan. Las personas que optan por este acercamiento son dinámicas y no temen probar posibles soluciones. Esto les aporta un feedback real y una sensación de avance. Experimentar es su punto fuerte y prefieren las cosas hechas" a las cosas "perfectas".


Como vemos, bien coordinadas, ambas dibujan el proceso completo hacia el logro de un objetivo.

Del mismo modo, su desequilibrio da lugar dos fenómenos curiosos y muy comunes:

🔆 La "Parálisis por Análisis"

Se caracteriza por un exceso de reflexión en el que se posterga la acción. Esto dificulta que se produzca un avance real mientras se va acumulando información.

🔆 El "Pollo sin Cabeza"

Aquí tenemos la antítesis del fenómeno anterior: un exceso de acción sin la estrategia adecuada. Esta actividad genera más dispersión que resultados.


Es útil observar que ambos fenómenos están motivados por ciertas creencias que suelen bloquear o boicotear el logro de lo que se pretende alcanzar. Si este punto te genera curiosidad, puedes ver aquí 5 creencias que suelen estar detrás.

Cada persona tiene sus tendencias naturales. Lo interesante es conocerlas para aprovechar así su potencial y minimizar sus sombras. 


Y tú, ¿con cuál te sientes más identificad@?